Vigilarán con cámaras un cementerio

Hoy se inaugurará un sistema de seguridad equipado con tecnología de última generación; tendrá sensores infrarrojos



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Un sistema de seguridad de última generación, equipado con videocámaras y sensores infrarrojos, se estrenará hoy en el cementerio de la comunidad judía de La Tablada. Este dispositivo, que el Ministerio del Interior de la Nación puso a disposición de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), apunta a evitar actos de vandalismo y profanaciones en tumbas ya sufridas en la necrópolis, situada en Crovara 2824, donde hoy descansan los restos de 100.000 personas. Por primera vez se instaló en el cementerio judío más grande del país un sistema de seguridad que es "multimonitoreable", lo que implica que se puede visualizar al mismo tiempo lo que sucede en distintos espacios de las 56 hectáreas que tiene el predio de La Tablada. Luego, esas imágenes se archivarán en DVD y se guardarán durante meses. "Con este sistema se prevendrán muchos delitos en las tumbas del cementerio de La Tablada, algo que ha ocurrido con frecuencia en este lugar. De esta manera, se vigilará todo el cementerio. Y también servirá para brindarle más seguridad a la gente que vive en la zona cercana", anticipó a LA NACION el presidente de la AMIA, Luis Grynwald. El nuevo sistema de seguridad ofrece varios mecanismos de alerta: después de las 18, se activarán sensores infrarrojos que detectarán el movimiento en cuerpos de más de 20 kilos. En caso de que una persona salte el paredón, por ejemplo, se accionará un dispositivo de alarmas y reflectores, además de filmar al intruso con cámaras de 800 metros de alcance. También el personal de seguridad del cementerio actuará para lograr su detención. Dos centros de control El centro de operaciones funcionará en forma simultánea en la sede de AMIA, en Pasteur 633, y en la comisaría 3a. de La Tablada, de la policía bonaerense, pero se podrá monitorear desde cualquier lugar del mundo con una clave especial, según informó el Ministerio del Interior. De la misma manera se podrán redireccionar las cámaras para ver en detalle alguna imagen en particular. "El ministro del Interior [Aníbal Fernández] entendía que había que encontrar una solución para el tema de los delitos en el cementerio de La Tablada, que, más que nada, son delitos vandálicos. Por eso desarrollamos un programa preventivo de seguridad con la última tecnología; hoy es el cementerio con más vigilancia en el país. El objetivo es trabajar con la psiquis del delincuente: éste va a pensar dos veces antes de entrar a robar o a causar daño, porque será filmado y grabado", dijo a LA NACION Diego Fernández Garrido, asesor del ministro Aníbal Fernández. Consultado el funcionario sobre cómo fue el acuerdo y entre el Gobierno y la AMIA, y qué monto se invirtió en este sistema, que corrió por cuenta del Estado, aseguró: "Cualquier monto es insignificante si se piensa en ayudar a una comunidad tan importante como es la judía en la Argentina. ¿Si es legal el uso de cámaras en espacios públicos, como en la calle? Las cámaras están pensadas sólo para controlar el interior del cementerio; toman la calle por mera casualidad", explicó Fernández Garrido. Para poner en funcionamiento el sistema de seguridad, un grupo de técnicos realizó tendidos eléctricos en la zona donde se encuentran las tumbas, que en distintas ocasiones fueron el objetivo de actos de vandalismo (ver aparte). Número telefónico Además, en los halls centrales del cementerio se instalaron pantallas de 32 pulgadas que recibirán imágenes de la vigilancia del predio inaugurado en 1936, que representa el patrimonio cultural, religioso e histórico de la comunidad judía. También se puso a disposición de quienes visiten el lugar un número telefónico para denuncias, que funcionará las 24 horas. "A lo largo del tiempo, hubo muchas acciones de vandalismo sobre lápidas y tumbas; aunque no hayan sido profanaciones, para la comunidad sí lo fueron, ya que el dolor sentimental que produjeron fue grande", dijo José Kviatec, director de Servicios Comunitarios de la AMIA. Por Pablo Tomino De la Redacción de LA NACION Robos y profanaciones En 1996
El 19 de octubre, desconocidos atacaron y profanaron más de un centenar de tumbas en el cementerio judío de La Tablada (foto). En 1999
El 18 de septiembre profanaron 63 tumbas en La Tablada. El ataque se produjo en vísperas del Día del Perdón (Iom Kipur), fecha sagrada para la religión judía. En 2002
El 14 de julio, el cementerio islámico de La Tablada (foto) sufrió un atentado: profanaron y destruyeron alrededor de 50 tumbas. En 2006
El 6 de marzo robaron 87 placas de bronce del cementerio judío de Liniers. En 2007
En lo que va del año, sólo en el cementerio de La Tablada, se denunció el robo de más de 700 placas, además de letras de bronce de las lápidas y fotos. El 25 de marzo último se dañaron dos monumentos y tres jardines en esa necrópolis.


Quieren que haya menos cartoneros

Quieren que haya menos cartoneros
El gobierno porteño pondrá hoy en marcha un plan para reducir la presencia de cartoneros que, con su actividad, provocan acumulación debasura en las calles. Los vecinos de la ciudad tendrán que separar los residuos en sólidos (llevan un sticker verde en la bolsa) y en húmedos, y deberán ser sacados a la calle sólo en el horario permitido: de domingos a viernes de 20 a 21. El programa comenzará en San Telmo y se extenderá luego a otros barrios: su objetivo es bajar la presencia de cartoneros que acostumbran a romper las bolsas y clasificar el papel, lo que provoca amontonamientos de basura y muchas molestias en los vecinos. Ayer comenzó una campaña de concientización y difusión en las 70 manzanas de San Telmo, coordinada por la Dirección General de Políticas de Reciclado Urbano del gobierno porteño, junto con el apoyo de la Dirección de Limpieza. Y hoy se sumarán allí otras acciones: tres móviles del gobierno porteño recorrerán el barrio con una misión algo atípica: un inspector tocará el timbre en los domicilios que tengan basura en la puerta, fuera de horario, para advertirle al propietario sobre su incumplimiento. Si el vecino niega que la bolsa sea suya, será cargada en el móvil. Y si no, se le indicará que la saque en el horario consignado. Cuando la presencia de basura se repita en determinados domicilios, un inspector pegará una faja roja y advertirá que será multado quien sea descubierto in fraganti . Incluso sacarán fotos para tener pruebas. Las sanciones van de 50 a 500 pesos para las viviendas unifamiliares, y de 500 a 5000 pesos para los comercios y edificios. "Si la gente no quiere que haya recuperadores urbanos a toda hora y que las calles no estén sucias, que separe la basura y respete los horarios para sacarla. Así se reducirá el «cartonero»y habrá una ciudad más limpia, además de las acciones que pondremos en marcha desde el Estado para limpiar la ciudad", explicó a LA NACION Diego Fernández Garrido, director porteño del área de Políticas de Reciclado Urbano. Lo cierto es que durante 30 días se potenciarán las campañas de concientización en el barrio, denominada San Telmo Limpio, con el objetivo de que, en ese lapso, los vecinos acaten las nuevas disposiciones. En caso contrario, a partir de esa fecha comenzarán con las multas. Consultadas las autoridades porteñas acerca de por qué creen que este plan funcionará si otros similares han fracasado, Fernández Garrido aseguró: "Porque esta vez se hará mediante una acción directa con los vecinos: cada 34 minutos pasará un móvil (llamado ambulancia de reciclado) por una misma esquina. Creemos que no habrá basura, y muchos vecinos se han comprometido con este plan. También los cartoneros, que evitarán romper las bolsas y circularán sólo en el horario para sacar la basura"


Ya hay cámaras en la estación Callao y se pueden controlar por Internet

Nota publicada por Pablo Tomino, LANACION.COM. Plan Subte Alerta: nueva medida del Ministerio del Interior para combatir el delito. Desde hoy, los vecinos podrán observar los movimientos en los andenes, boleterías y el hall central. * Se colocaron cuatro en la estación donde se denunciaron abusos sexuales . Reforzaron la presencia policial. Ya funciona el *31416 para denunciar por celular . La inseguridad en la Capital se ha convertido en un tema del gobierno nacional y la problemática potenció los controles en los subterráneos: desde hoy, los vecinos podrán observar por Internet distintos sectores de la estación Callao de la línea B, donde dos pasajeras denunciaron haber sido violadas en junio pasado. Allí, como anticipó LA NACION en su edición del miércoles último, el Ministerio del Interior dispuso la colocación de cuatro videocámaras, dos en los andenes, una en la boletería y la otra en el hall central. Dicha transmisión podrá ser vista por cualquier persona que ingrese en la página www.laestacion.gov.ar ; durante los primeros días no será necesario contar con el password de ingreso, pero luego deberá ser solicitado a ese organismo nacional. Este es un plan de seguridad integral ferroviaria y de subtes, donde también se reforzará la presencia policial. El objetivo es que la gente pueda corroborar desde su casa si, por ejemplo, su hijo llega bien a destino o si hay presencia policial en los andenes. Antes de fin de año, esperamos poner en funciones este sistema en todas las estaciones", dijo a LA NACION Diego Fernández Garrido, asesor de seguridad del ministro del Interior, Aníbal Fernández. Las filmaciones que se tomen de las estaciones serán recibidas en una central operativa de la fuerza policial, donde ya hay registro de 204 cámaras distribuidas en 28 estaciones de las 69 que hay en la Capital. El material es grabado y permanece a resguardo por treinta días. El sistema, que demandó una inversión de 40.000 pesos, también permite tomar una fotografía de alguna persona que se la considere sospechosa para las autoridades. La iniciativa, que irá acompañada del refuerzo policial en las 69 estaciones de los subtes -en Callao, de la línea B, hubo ayer cuatro policías por turno-, forma parte del plan Tren Alerta y Subte Alerta, donde los usuarios también podrán denunciar desde hoy, mediante su celular y al *31416, hechos delictivos en las estaciones de ambas redes. "Las cámaras están ubicadas en lugares estratégicos. ¿Por qué en las boleterías? Allí se tiene un registro de la gente que ingresa. Además, los policías afectados en los andenes están comunicados por handy o por celular. Por ejemplo, si un pasajero denuncia desde su celular un robo al *31416, inmediatamente se le dará aviso a los policías afectados en las estaciones para que actúen. Esto también comprende a las estaciones de trenes metropolitanos", relató Fernández Garrido.El sistema de videocámaras en los subtes funciona de la misma manera que en el ramal ferroviario de la línea Mitre, donde los vecinos controlan por Internet las estaciones Rivadavia, Coghlan y Núñez. En esta última, la instalación de cámaras ayudó a prevenir delitos y los vecinos solicitaron su número de usuario y clave a infocamaras@mininterior.gov.ar, tras detallar el nombre y apellido del usuario, el código postal y el teléfono. Según indicaron a LA NACION en el Ministerio del Interior, la intención es que este plan integral de seguridad se extienda en las demás estaciones del subte porteño y también en los trenes Metropolitanos. Vale recordar que para el caso de la utilización del *31416 hoy rige en el ferrocarril Mitre, que cubre tres trayectos: desde Retiro hacia Tigre, hacia José León Suárez y hacia Bartolomé Mitre. "En los subterráneos ya se pueden comunicar por celular quienes tienen Movistar y CTI, mientras que el gobierno negocia la incorporación de Personal y Nextel, prevista para los próximos meses. De esta manera, se potenciarán los controles", sostuvo Fernández Garrido. Si bien los pasajeros recibieron con agrado la nueva disposición, muchos se mantienen reticentes a la continuidad de esta medida."Está muy bien que haya más presencia policial y que se ubiquen cámaras para que nosotros podamos controlar desde nuestras casas. Pero hay que ver cuánto dura esto y si se hace en todas las estaciones, como prometieron. Si no se cumple, no tiene sentido", comentó la pasajera Florencia Ruiz. En el mismo sentido orientó su reflexión otro usuario del subte, Andrés González. "Todo muy lindo, pero veremos cómo funciona en el día a día." Lo cierto es que el Consejo de Seguridad y Prevención del Delito de la ciudad -integrado por funcionarios porteños, legisladores, jueces y fiscales- había aprobado la colocación de cámaras en los andenes de todas las estaciones de subtes a fin de prevenir el delito. Un proyecto, en realidad, que tiene puntos de coincidencia con el de Aníbal Fernández, cuyo ministerio se apuró ayer en explicar que la instalación de este sistema de videocámaras en los subterráneos corre por su propia cuenta. El sistema de videocámaras instalado en la estación Callao permite a la Policía Federal, desde el Departamento de Policía, acercar las imágenes con zoom y fotografiar a una persona considerada sospechosa. "¿Si con esto se invade la privacidad de la gente? No, porque se está tomando un lugar público y es utilizado para resguardar la seguridad de los pasajeros", dijeron ayer en el Ministerio del Interior.

Hay unas 120.000 cámaras de video que vigilan a los porteños

Los cálculos son una estimación de sectores estatales y privados. El negocio de las cámaras de video de seguridad crece un 25 % cada año. Sin embargo, aún no existe una legislación que regule su uso. Están en plazas, restoranes, shoppings y supermercados. También en estaciones de trenes y subtes, pasillos de edificios, bancos y estadios. Los que pueden pagarlas, las instalan en sus casas o comercios. Quienes no, compran y colocan las truchas, "de mentira", sólo para asustar. Algunas las maneja la Policía; otras la SIDE, pero la mayoría están en manos de empresas privadas. Sólo en la Capital Federal hay instaladas al menos 120.000 cámaras en espacios públicos o semipúblicos grabando los movimientos de la gente hasta el último detalle. Y de la mano de la inseguridad, "el mercado crece a un promedio de 25% anual", estimó ante Clarín Enrique Greenberg, de la Cámara Argentina de Seguridad Electrónica (CASEL). Mas allá de las grandes compañías (como los shoppings o los bancos), un particular puede hacerse de su sistema de camarita por 500 dólares. Y una pyme alcanza a colocar 8 cámaras, una videograbadora digital y un monitor color por 15.000 dólares, de acuerdo a los cálculos de CASEL. Pero pese al auge de la vigilancia electrónica, todavía no existe una norma que defina hasta dónde se puede mirar, quien debe tener acceso al material filmado o qué corresponde hacer con las grabaciones. Cada usuario se maneja con su propio criterio o confecciona protocolos de seguridad. En lo que hace a leyes sobre el tema, hay poco y nada. Recién esta semana la Comisión de Seguridad de la Legislatura porteña unificó dos proyectos del diputado Jorge Enriquez. En ellos se plantea la polémica idea de "filmar permanentemente la ciudad", como lo define Enriquez. Para esto propone crear un registro unificado de videos, que deben destruirse pasados 180 días. Mucho menos (exactamente 15 días) es lo que la Prefectura Naval guarda los registros de un nuevo sistema implementado en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad: Puerto Madero. Desde principios de agosto el edificio Guardacostas de la Prefectura (avenida Madero y Perón) es el centro de un plan piloto que ya cuenta con 23 cámaras instaladas por todo ese barrio. La mayoría está en techos de edificios y postes de alumbrado. Graban durante las 24 horas, pueden girar 360 grados (adoptan hasta 99 posiciones distintas) y acercar la imagen hasta leer a la perfección la patente de un auto. Todas las imágenes que toman van por señal de aire a dos pantallas de plasma y cuatro monitores. Cada uno es controlado por una persona que sólo está frente a la pantalla dos horas seguidas, "para no perder concentración". El plan prevé que para fin de año haya 40 cámaras, que el Control Central se mude a la vista del público y que el sistema se complete con "botones de pánico" (tipo alarmas, de fácil acceso) distribuidos en la zona, por la que cada día de semana pasan 30.000 personas y el triple los sábados y domingos. Los especialistas dicen que el hecho de que la gente tenga cierto acceso a las imágenes es parte importante de la polémica. Para el Ministerio del Interior, que impulsó el proyecto Madero y los programas de videocámaras en trenes y subtes "las cámaras deben tener una función de control social: la persona puede entrar a Internet (www.laestacion.gov.ar) y vigilar si el policía está en el andén, como corresponde", explicó a Clarín Diego Fernandez Garrido, asesor de Interior. En el caso de los trenes las cámaras son 32 y todas mandan imágenes a la página; en el subte son 220 y sólo las instaladas en la estación Callao son de acceso público. "Pero no es lo mismo lo que puede mirar la gente que lo que mira la Policía; el nivel de calidad de la imagen es distinto", admite Fernández Garrido. Por lo pronto, el sitio de Internet abierto por Interior para el control de cámaras en transporte público registra casi 100.000 visitas de gente que debe dejar sus datos para así acceder a un código necesario que le permita ver las imágenes. "Vale la inversión", asegura Diego Gorgal, ministro de Gobierno porteño, quien para los subtes tiene pensado un futuro sistema de cámaras con un software capaz de buscar situaciones de conflicto. Por ejemplo: hacer un zoom sobre un paquete abandonado sin que intervenga un operador. "Las cámaras no sólo aportan a la prevención; también sirven como prueba en procesos penales", agrega el funcionario que también reconoce que el sistema admite riesgos como "la mala utilización de las imágenes si no se cuidan las condiciones de almacenamiento, acceso y utilización de los videos". Por eso, las cámaras que dependen de la Ciudad no son de acceso público. Lo que ahora, a nivel política de seguridad del Estado es un debate, no preocupa como dilema a los empresarios que desde hace años vienen utilizando las cámaras, en especial con dos objetivos: atrapar ladrones y resguardarse en casos de accidentes en sus instalaciones. Por ejemplo, en los 8 supermercados Jumbo de Capital hay instaladas 160 cámaras y otras 400 se colocaron en los 80 supermercados Disco. "Están en pasillos, playas de estacionamiento y líneas de caja. Cada quince días se hace una auditoría, se ven las tomas de horarios críticos y se descartan las grabaciones", explicaron fuentes de la empresa que definieron el sistema como "altamente disuasivo".

Parquímetro

Parquímetro

Darío Giustozzi emprende una batalla en contra de los parquímetros.

Acompañado por el dirigente radical Mario Fuentes, Mariano San Pedro y el Funcionario Naconal Diego Fernández Garrido. "Nos opondremos con vehemencia" afirmó decidido el candidato a Intendente por el Frente para la Victoria. "Acciones judiciales y sobre todo concientizar a los ciudadanos de ésta horrible propuesta del ejecutivo"
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